Los
logotipos y otros símbolos gráficos marcarios son la firma de las
compañías, empresas y organizaciones que, en menor o mayor grado, mueven
la economía local, nacional o mundial. Como se refleja en el sitio Web
especializado http://www.infologotipo.com/ el logotipo es a una empresa
lo que la firma sería para el empresario. El logotipo es un sello de
garantía de autenticidad que imbuye a los productos y servicios con gran
parte de los atributos que la compañía ha forjado. Definen así a esta
imagen como el “estandarte de una empresa en la feroz batalla
publicitaria y comercial que se libra en el mercado actual”.
Más allá
de lo asertivo a nivel académico de tal afirmación, sin duda enlaza muy
bien con parte de los antecedentes fundamentales de los logotipos y
demás imágenes de marca de la actualidad. La intención de estos escritos
será brindar una reconstrucción histórica del logotipo, desde sus más
tempranos antecedentes, hasta sus usos y connotaciones actuales.
Había una vez…
Según
Joan Costa (2004) el logotipo es la expresión visual que caracteriza a
lo que podríamos llamar un regente fundamental: la marca (desde su
perspectiva comercial). Para Costa la marca es un doble signo compuesto
fundamentalmente por un signo verbal (nombre de la marca) y un signo
visual (representación gráfica, física, de dicho nombre de la marca).
El
logotipo interviene en lo que es la materialización de dicho nombre
(signo verbal), por lo que su ámbito esta enmarcado dentro de los
parámetros del signo visual de la marca. Es así como los inicios del
logotipo se remontan, obligatoriamente, a los inicios de la marca.
La historia
de las marcas se remonta al acto de marcar de cualquier forma una
superficie, lo que nos refiere inevitablemente a los inicios mismos de
la escritura. Agregaría incluso que los inicios se remontarían a
sistemas de pintura, aún mucho más primitivos. Sin embargo, hay una gran
diferencia entre el hecho escrito y pictórico con la marca, puesto que
las marcas, tomando su acepción como tal, son diferentes al carácter
discursivo para lo que se usan los signos alfabéticos o el
representativo de la gráfica. La marca para ser considerada marca tiene
inherentemente un carácter de identidad.
Unas
de las primeras marcas, consideradas como tal, fueron las de los
canteros egipcios, quienes las utilizaban con intenciones de guía e
identificación de las piedras labradas para la construcción y,
posteriormente, como firmas y señales de identidad –autoría– que
progresaron en complejidad y número de elementos en los que se conoció
como marcas “de taller”, cuyo uso se extendió incluso a pasada la edad
media. Con dichas marcas de taller ya no se identificaba a un individual
sino a grupos de trabajo constituidos. No resulta entonces casual que,
con el tiempo, se derivara en el carácter comercial de las marcas a
nivel corporativo, pues su génesis estuvo ligado a las actividades
artesanales, de oficio y comerciales.
Costa
comenta sobre el hecho que los constructores desde la más remota
antigüedad constituyeron grupos exclusivos que se pasaron sus
conocimientos de generación en generación. En la edad media adquirieron,
gracias a los servicios prestados a la nobleza y la iglesia, beneficios
especiales o franquicias, surgiendo los primeros grupos francmasones o,
según la más estricta traducción, constructores franquiciados,
beneficiados. Aquí es el punto de origen de agrupaciones constituidas y
organizadas de gran riqueza que compitieron con los poderes
preponderantes para la época.
Siendo este un precedente claro de lo que serían las futuras corporaciones y tomando en cuenta el carácter del uso de las marcas identificadoras por parte de estos grupos de oficio, queda clara la relación inseparable de las marcas comerciales con el hecho corporativo y empresarial.
Siendo este un precedente claro de lo que serían las futuras corporaciones y tomando en cuenta el carácter del uso de las marcas identificadoras por parte de estos grupos de oficio, queda clara la relación inseparable de las marcas comerciales con el hecho corporativo y empresarial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario